El luthier

Francisco Mullor, residente en la localidad de Ontinyent, se ha dedicado desde los 22 años a trabajar  la madera.  Durante este tiempo ha trabajado en esculturas, relieves y armas  para fiestas  de "Moros y Cristianos".

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En 2016 empezó a interesarse por el mundo de la música, principalmente,  por los instrumentos hechos de madera. En este mismo año se decantó por empezar a elaborar dulzainas. Con la ayuda de expertos en esta disciplina,  ha conseguido hacer una de las mejores dulzainas del mercado, siendo su afinación calificada como excelente.